Capítulo 5
#Sensitivísmo
Las experiencias
sensoriales son las más atrayentes en la vida: tacto, gusto, olfato, oído y
vista son nuestros adaptadores cerebrales a la realidad que nos rodea. No
existen dos verdades en el mundo solo hay una y la adecuación de nuestra mente
a ella nos convierte en personas congruentes. La congruencia es el esplendor de
la verdad, ya que ella es reflejo del equilibrio exacto entre lo que se dice
con lo que se hace y aunque es difícil mantenerla, siempre al ser parte de
nosotros dentro de nuestras virtudes hay asegurado un camino prodigioso hacia
nuestras metas y objetivos.
Contrario a ello,
existen experiencias que pueden describirse como extrasensoriales en donde la
agudeza de un solo receptor de los antes mencionados pude llevarnos a vivir
momentos fuera de lo que las personas llegan a percibir en estado cotidiano, y
que lejos de ser algo nocivo, puede ser un apoyo para sanar el alma.
Así comenzó nuestro
camino en las sustancias extrasensoriales que nos llevaban a vivir un sensitivísmo
único el cual lejos de asustarnos nos llenaba de más y más capítulos en
nuestras salidas, conociendo cada vez a mayor cantidad de personas y acumulando
sensaciones nuevas que nos hacían ver de otra manera nuestras situaciones
propias del día a día.
Una mañana me dirigí con ella a un lugar
conocido como el tianguis cultural aquí en Guadalajara en el cual su
característica principal es la venta de artículos de índole más radical y
relajado, lo que abarca desde instrumentos para fumar cualquier tipo de planta
hasta ropa con diseños elaborados propiamente por los vendedores. Bajo este
panorama ella me invito un brownie que una chava vendía en un servilletero
tapado de forma sospechosa.
Yo nunca pensé mal al
respecto me imagine que eran producto de algún tipo de rama vegetariana o
referente a un movimiento similar al ver el contexto alrededor mío, por lo que
consumí dicha variedad de pan con singular alegría sin miedos, inhibiciones o
dudas.
Al paso de las horas
sentí como mi cuerpo cada vez se hacía más pesado y torpe, de igual manera mis
ojos se cerraban y no tenía sueño solo una pesadez increíble que no me permitía
moverme hacia ningún lado lo que me llevo a sospechar acerca de lo que había
ingerido.
Mi primer pensamiento
fue que me había intoxicado con alguno de los componentes, más como primer paso
decidí preguntar cuál era el ingrediente singular que contenían y mi sorpresa
fue enorme al percatarme que tenían cannabis. Aunque admito que eran deliciosos
y el toque que esa singular planta feliz les daba denotaba tonos de sabor
inigualable. Tanto fue lo que me gustaron que después en un cumpleaños tuve un
pastel similar de chocolate y unas galletas inigualables, eso será más
adelante.
Admito, reconozco y
comparto que no fue una experiencia desagradable, por lo contrario me gustó,
pero no era parte de mí, así que nunca fue algo que se quedará arraigado.
Simplemente era una experiencia que me parecía espectacular para ciertas
ocasiones especiales.
Tiempo después cuando
me encontraba en el apogeo de mí gusto por la música electrónica se presentaron
ante mí las posibilidades infinitas de los químicos, siendo el único por el
cual simpatice la metanfetamina, o mejor conocidas como “tachas”. Fue un día
que me encontraba escuchando al Dj No.1 del mundo en ese momento Armin Van
Buuren cuando decidí aventurarme con una de las “piscis doble”, de la cual un
cuarto de ella, coqueta en forma de pez trabajo en mi por algunas horas.
Fue realmente sorprendente
como disfrute ese concierto que añoraba y esperaba desde hace mucho tiempo y
fue una experiencia única como al escuchar cada una de esas mezclas se
despertaban sensaciones de euforia que no había conocido hasta ese día.
Estefany estaba
conmigo en esa ocasión satisfecha después de algunos años de remordimiento
cuando por primera vez vino ese Dj a Guadalajara y no pudo contactarme para ir
a ese evento a pesar de que ella me había invitado y contaba con los boletos.
Todo sucedió debido a que no tenía pila en su celular y no conocía mi número
para localizarme. Ante ese suceso admito que me sentí decepcionado por que
esperaba con gusto ese evento, sin embargo entendí que las cosas pasan por algo
y no cambiaría por nada ese día en que por fin tuve la oportunidad de verlo.
Ella tuvo momentos
diferentes hablando de estos temas, ya que se adentró en este mundo por más
tiempo recopilando mayor cantidad de experiencias sobre diversos sucesos
relacionados, lo cual le llevó a conocer a un mayor número de personas con las
cuales después yo convivía y he de resaltar que algunas se convirtieron en muy
buenas amistades, vigentes hasta el día de hoy.
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