Capítulo 7
#Ilusiones
Las adaptaciones y
transformaciones en la vida son parte esencial en ella y siempre están
acompañadas de personas que nos apoyan dentro de dichos procesos los cuales
siempre están llenos de aprendizajes que nos otorgan un gran crecimiento
personal.
Así es como el día
menos pensado aparecen esas personas inmersas en las multitudes y te atrapan
con diversas intenciones, las cuales en ocasiones pueden ser positivas, siendo
maravillosas y en otras pueden estar cargadas de negatividad.
La primera de estas
ilusiones llevó por nombre de farándula “ambar”, a él lo conocí en un café el
cual frecuentábamos de nombre “Butterfly”. Apareció como consecuencia de las
conversaciones con un amigo cercano a él un día en que nos encontrábamos
juntos.
Las primeras
impresiones fueron interesantes aunque nada había por esperar ya que se
encontraba en una relación, por lo que no era lo más apropiado acercase a una
persona en dicho estatus.
Compartimos salidas y
una fiesta en particular muy específica realizada en su cumpleaños por su
entonces pareja, la cual fue sorprendente ya que brotaba el amor entre ellos a
simple vista, sin embargo con el tiempo se separaron.
Representó una simple
#Ilusión en mi vida ya que jamás
concretamos nada aunque siempre compartimos algo de sentimientos en común,
siendo estos un poco más allá de una amistad aunque no cabe duda que las
experiencias que vivimos fueron importantes.
Hubo un momento en el
que comenzó a involucrarse con un estudiante de medicina, consecuencia de lo
cual nació un relación que hasta el momento ha perdurado de forma inesperada,
siendo vigente a la actualidad.
La 2da persona en la
lista es alguien que siendo aún estudiante de odontología lo conocí en una de
las tantas noches de antro, él se acercó a mi preguntándome donde trabajaba y a
que me dedicaba y por ello iniciamos una larga conversación, en donde las cosas
se fueron dando hasta que comenzamos a salir de forma constante pasando unas
noches sumamente divertidas hasta que descubrí que tenía pareja.
Reconozco haber
sentido algo de dolor respecto a esta situación ya que éramos ideales,
congeniábamos de manera extraordinaria y nos encontrábamos en puntos de nuestra
vida en los cuales podíamos llegar a algo aparentemente valioso.
A pesar de todo ello,
continuamos saliendo, sin embargo el nunca dejo a esa persona y yo me decidí a
cortar de manera sana con todo ello debido a que yo no quería que a mí me
hicieran algo similar cuando estuviera con alguien.
Paso un tiempo en que
nos distanciamos pero él siguió buscándome de forma constante, volviéndose algo
hostigarte y llegando al punto en que el drama era la bisectriz de mí día,
convirtiéndome en alguien carente de felicidad y agónico de sentimientos, sin
encontrar la salida a todos esos problemas ocasionados por esta situación.
Pude alejarme realmente
mucho tiempo después con algunas heridas en el alma y cansado de las
relaciones, desgastado y sin esperanzas dejando de lado todo lo que podía
sentir por alguien, y conociendo esa parte de mí que nadie quisiéramos ver, esa
parte en donde salió lo peor de mí al alejarlo con cada acción hiriente.
Las consecuencias
fruto de todo ello provenían principalmente de él ya que yo le había hecho
saber que estaba dispuesto a iniciar algo serio, siempre y cuando fuera
realmente alguien libre sin compromisos como yo lo era. Nunca sucedió eso,
siempre estuvo atado a su relación presa del “agradecimiento” que tenía a esa
persona por haberle sacado del closet, cosa que hasta la fecha continúa.
El tiempo coloca a cada quien en el espacio y
momento correcto, soy fiel testigo de ello al encontrar convivencias de
tránsito que ayudan a sanar esas heridas, sin embargo después de lo descrito
anteriormente fueron alrededor de 2 años los que me mantuve alejado de
situaciones sentimentales.
Durante una
entrevista de trabajo de nuevo tuve una oportunidad al parecer interesante con
mi reclutador, parecía ser trama de una película para adultos como al realizar
unos psicométricos él se acercaba a mí siendo algo desconcertante al principio,
pero claro fue clave, ya que conseguí el puesto.
Me di la oportunidad
de salir con él, aunque fue errónea ya que descubrí que también tenía pareja en
el momento que intento algo conmigo, por lo que me aleje inmediatamente
anticipando la complicación de las cosas y dándole el espacio propicio para que
hiciera lo mismo.
Obviamente continúo
sobre mí y siendo el de recursos humanos insistió por métodos no gratos,
involucrando lo laboral para que pasara algo entre nosotros, hasta que yo presa
de mi necesidad por trabajar, lo acepté. Lo sorprendente en esto es que nunca
pude dejar que sucediera nada, cuando iba a pasar algo lo evitaba de mil y un
maneras llevando a esta persona a fastidiarse de mí, dejándome libre.
Una vez en este
puesto laboral conocí a otra persona de menor edad que yo siendo alguien que al
principio me pareció simpático y de buena actitud, aunque conforme lo fui
conociendo me di cuenta de que era alguien carente de varias virtudes clave,
las cuales solo el tiempo se las proporcionaría pero a pesar de saberlo termine
involucrado con él.
Las experiencias
fueron llenas de risas y buenas situaciones, siempre fue alguien que mostró
interés en mí, sin embargo al hacerle notar la seriedad de mis intenciones
inmediatamente se colocó una barrera y comenzó a alejarse.
Por mi parte hice lo
mismo, hasta que un día en el cumpleaños de mi amiga Estefany él comenzó una
relación con Juan Carlos, ¡esa misma noche! Lo que cual me hizo conocer la
palabra “perder el control” al arruinar el cumpleaños de mi amiga alejándome de
todos y dejando todo olvidado, ese día fue pésimo, pero lleva a un tema
separado de este relato.
Una de mis Ilusiones
más grandes llego en Noviembre de 2014 cuando laborando en el aeropuerto de mi
ciudad recibí la visita de una persona de ojos color miel, cabello oscuro, con
acento evidente de otra ciudad, el cual me solicitó información sobre la llegada
de un vuelo proveniente de Atlanta, nunca me imaginé que ese cruce de miradas desataría
toda una historia que puedo catalogar como de las más importantes de mi vida.
Después de informarle
e indicarle donde podría recibir a sus familiares se retiró, yo quede un tanto
sorprendido por su actitud cortes y su mirada la cual destellaba interés, y mi
sorpresa fue grande al topármelo en mi descanso y observando como él se quedó a
mi lado y comenzamos una charla inusual detonada por un “puedo acompañarte en
tu descanso falta tiempo para que mis familiares lleguen” a lo que respondí de
forma instantánea con un sí.
Conversamos de
nuestros intereses del porque estábamos en un aeropuerto tanto él como yo, me
porte reservado por las cuestiones de seguridad que implicaban mis labores, sin
embargo de mi le hable todo lo que pude, dejándolo enganchado.
Al llegar las
personas que esperaba se retiró y al volver a mi área de trabajo fue sensacional
encontrar un papel hecho bola con su teléfono, el cual añadí de forma inmediata
y comencé el contacto más allá de lo esperado.
Consecuente a ello me
sucedió algo que en dos ocasiones he vivido, esta fue la primera vez. Considero
hay dos tipos de relaciones, las que se inician de forma común y en las que sin
darse cuenta o notarlo se adentran ambas partes. A mí me pasó la segunda fui
presa de ese contacto más allá de la amistad, del cual una vez dentro me
percaté.
Era el amor más puro
que había experimentado, sin barreras, sin cuestionamientos sabiendo que nos
teníamos él y yo tal vez para toda la vida, derrochábamos felicidad,
guardábamos momentos cada vez más emotivos y comprometidos, llegando al punto
en el cual todo ello ya no cabía en mi corazón de lo portentoso que era.
El instante más
significativo fue cuando se me declaró, en el aeropuerto una tarde, llevándome
un café de Punta del Cielo, el mejor para mí, lo cual con anterioridad le había
compartido y supo utilizarlo para ese momento. En una servilleta escribió su
declaratoria añorando el sí, diciéndome que si deseaba que fuera mi superman.
Mi respuesta
inmediata fue de rechazo, ya que llevábamos cerca de 3 semanas de conocernos y
no quería adelantarme a las cosas, quería que todo fuera perfecto, hasta que te
das cuenta que el tiempo y los estándares son relativos cuando los sentimientos
son fluorescentes, y más cuando al hacer yo un berrinche me siguió y me beso
frente a las maletas, pasajeros, cámaras y locatarios del aeropuerto. Fue algo
arriesgado que después no me importo. Entonces cambie de opinión y dije ¡Sí!
No cabíamos de
felicidad, una vez que termine mi turno nos fuimos a celebrarlo a un
restaurante en la zona de providencia dentro de la ciudad, donde puedo
describirlo como uno de los mejores días de mi vida, me hizo muy feliz esa
noche, ese momento y los días consecutivos.
Hablábamos demasiado
nos veíamos todos los días me contaba sus secretos mas íntimos, y yo de igual
manera, lo veía lo besaba, me encantaba sorprenderlo en la banca donde siempre
me esperaba al salir de mi turno, y recibí comentarios de compañeros de
aerolíneas en los que me decían que nos veíamos muy felices como pareja y así
era.
Incluso pensamos en
vivir juntos, en hijos, en cambiarnos de ciudad ya que existía la posibilidad
de radicar en Mérida, a lo cual yo me sentía abierto, deseaba dar ese paso y
dejarlo todo por alguien me sentía muy enamorado, inspirado y pleno.
Un día me invitó a su
casa con motivo de una fiesta en donde conviviría con su familia, hecho que
sucedió excelentemente, lo mejor fue tirarnos en su jardín viendo las estrellas
cuando nos quedamos solos, añorando, soñando haciéndonos cosquillas y riendo,
deteniendo el tiempo, simplemente mirándonos.
Subimos a su cuarto,
dormimos abrazados, reconfortantemente, y una vez por la mañana el me llevaría
al trabajo, por lo cual procedí a bañarme y a prepararme para hacer escala en
mi casa y colocarme el uniforme. Conocía en tan poco tiempo tanto de mí que me
preparaba café con mi gusto exacto.
Después de toda la
rutina mencionada, subimos al auto y entonces al llegar cerca de mi casa le
pregunte por que había estado tan pensativo por la noche y le argumente que
pude percatarme que no había dormido mucho, y fui correspondido con sonidos
titubeantes emitidos de su boca, los cuales me preocuparon.
No sabía lo que me
esperaba pero fue el primer momento que tuve lleno de duda y sentimientos
extraños entre nosotros desde que lo conocí, aunque no tenía conocimiento de la
tormenta que venía la cual llego bajo las siguientes palabras: - tengo q
decirte que hay algo que te he ocultado y es que yo soy VIH positivo-.
El silencio reino por cerca de 4 minutos, no
podía responder, algo me carcomía por dentro, algo muy intenso era más allá de
lo peor que me había sentido ante cualquier situación, fue posible percibir
como me partían el alma desgarrándola a trozos pequeños y pisoteando cada uno
ellos, fue como mil golpes sofocantes en la boca del estómago.
Era tanto el dolor
que no fui consiente de mis lágrimas ni de donde estaba cuando me baje del
auto, de manera automática camine hasta mi casa me cambie al uniforme y al
verme al espejo tenía ese rostro pálido blancoso, presa de pesimismo, ira y
decepción, definido en una exacta palabra conocida como traición.
Recuerdo cuando salí hacia mi trabajo haberle
visto fuera de casa en su carro con un rostro 3 veces peor que el mío, llorando
cual niño pequeño viéndome pasar a su lado sobre la banqueta, pero sin hablarme
dejándome ir en silencio, sólo opacando la ausencia de sonido a través de sus
sollozos.
Ese día trabaje no sé
cómo, estaba en un mode on automático con su esencia por todo el aeropuerto,
llorando en cada visita al baño o haciendo visitas al sanitario para romper en
llanto, deseando sacar de mi alma ese ardor intenso, buscando una razón para
entenderlo, abriendo un poco de espacio para la empatía que no llegaba, que no
entendía que no quería proporcionársela, que no la merecía.
Al terminar mi turno
se apareció como cualquier día en mi área de trabajo y simplemente lo ignore,
levante el teléfono marque a seguridad en cuando sus ojos claros se cruzaron
con los míos y pedí apoyo para que lo sacarán, cosa que sucedió en un instante
y él no mostro resistencia al hecho.
Varios días después
continuo buscándome, ya que sabía mis horarios y nunca le correspondí, me costó
mucho dirigirle la palabra de nuevo, lo cual logré con un poco de tiempo, pero
fue una herida que no he podido superar hasta el momento y que no sé si algún
día pueda verlo sin rencor, poniendo el contador en cero, dándole un espacio en
blanco para escribir una nueva historia al respecto.
Mi siguiente acto
después de ello fue realizarme exámenes sobre el VIH, nunca tuve contacto
sexualmente hablando con él por lo que sabía no corría riesgo alguno sin
embargo lo hice como parte de las precauciones. Mi resultado fue negativo y me
sentí aliviado, tome los trozos alrededor mío y seguí adelante con mi vida de
forma convexa, cóncava, sin visiones del futuro, enterrando el pasado y
tratando de sanar.
Así el tiempo hizo
por mí algo muy significativo al toparme con una persona que al principio
representó un flechazo importante al tener temas en común actitudes similares,
tan parecidas que creo fue la parte que nos polarizo al final de esta historia.
Lo conocí el día
menos pensado en el lugar más inimaginado, siendo presa de caprichos de una
amiga por ir a un bar, el cual para mí no era el mejor ni el más añorado. Al
presentármelo lo juzgue como un gay más con el estilo de moda, las tendencias
“trendy”, fue tan poco predecible ese hecho que me tomo por sorpresa, no creí
poder volver a relacionarme con alguien después de todo lo que había pasado en
meses recientes, sin embargo él lo logro a través de sus invitaciones a salir y
las conversaciones interesantes.
Poco a poco abrí las
posibilidades a ello, singularmente un hecho que no puedo negar fue que el día
que lo conocí pude ver alrededor suyo un brillo extraño que en ninguna persona
he vuelto a observar, y junto a ello un dejavu, el cual al analizarlo me llevo
a fragmentos de un sueño que había tenido, creo que estábamos destinados a
conocernos.
Ante todo represento
sanación ante mis trozos de corazón que estaban regados por todos lados en mi
vida sentimental, y me ayudo a superar esa parte turbulenta que viví, sin
embargo siempre sentí algo contradictorio dentro de mí que no me permitía ser
completamente yo a su lado y nunca pude explicarlo, pero a pesar de ello
continúe hasta el final.
Todo fluía de manera
perfecta, había armonía y caí presa de todo en un enamoramiento que me llevo a
confesárselo, dándome cuenta que no era correspondido en ello. No perdí la
calma y decidí continuar ante sus acciones tibias referentes al suceso hasta que
en una muy buena charla conocida como “intervención”, mis amigas me hicieron
ver las cosas y entendí que realmente en mis manos no estaba el destino entre
ambos. Y es que aún tenía rastros en mí de lo acontecido con anterioridad y no
me encontraba listo para luchar o aferrarme a algo así, en ocasiones no sentía
nada aun estando a su lado, las sensaciones mágicas llegaron tarde casi al
final cuando sabía que no había nada que esperar entre ambos, irónicamente en
ese lapso comenzó ese brillo en mis ojos por él.
Fue entonces cuando
decidí apartarme, dándome cuenta que no era para mí, observando muchos aspectos
en los cuales nos dirigíamos a cosas diferentes, y simplemente los estilos de
vida no tenían muchas similitudes, yo siempre he sido una persona determinada y
comprometida, nunca titubeo, aun en mis malas decisiones, situación que él no
llevaba muy bien.
Entre más situaciones
mi estabilidad, mis proyectos y mi futuro no podían compaginar con alguien que
no tenía definido su siguiente paso en la vida. De todo ello agradezco a mi
amigas por hacerme notarlo, aunque eran situaciones obvias a veces, el estar
enamorado no te permite admirar los 360° de los sucesos. Nuestros caminos eran
muy aislados y separados, objetivos diferentes nos distanciaban a pesar de toda
la química de la que fuimos víctima.
Así fugaz como
apareció, fue su desvanecimiento, el cual formó parte de una etapa de cambios, permitiéndome
prepararme para lo siguiente en mi vida futura, empezando de cero, ya que no me
costó dejarlo atrás debido a que yo tenía una cantidad enorme de problemas
durante ese tiempo relacionados a un fracaso en lo laboral que tuvo
consecuencias más amplias de las esperadas, en lo económico y en mi sueños, al
no poder viajar a un lugar el cual tenía planeado en fechas cercanas, por ello
el impacto no fue tan intenso y mi mente se ocupaba en otros ámbitos que requerían
acciones inmediatas y no me dejaban espacio para pensar en él.
Aunque aún extraño, y
me cuesta admitirlo, a ese gran amor de aeropuerto, que fue de igual manera la
más grande traición que he vivido, creo que cada día sano más al respecto y a
pesar de tener varios errores llenos de aprendizaje sigo fiel a mi principio de
rodearme con personas que valoren mi esencia y estén dispuestos a vivir
momentos llenos de frenesí y risas, porque sé que llegará ese ideal a quien
realmente podré amar y con quién compartiré la mejor etapa de mi paso por este
planeta.
Ha sido un camino
difícil, creo que aun será más complicado las #Ilusiones nos mantienen con vida y es parte de la chispa sinérgica
que endulza nuestra cotidianidad, por lo que me siento completo y pleno con las
partes que ya he superado y me doy cuenta que cada vez me convierto en una
mejor persona, y que mis reacciones siempre me han llevado a obtener
situaciones benéficas, haciéndome vivir grandes momentos con personas
valiosas.